jueves, 26 de junio de 2014

Artículo Bloque II: Textos Folclóricos

El Bloque II trata sobre los textos folclóricos. Comencemos por definir qué es el folclore. El folclore es una manifestación cultural, popular y tradicional que pasa de generación en generación.

La literatura folclore es la que paralelamente a la clase alta ha ido creando el pueblo. El boom de la literatura folclore fue a principios del s. XX, donde se comenzó a prestar más atención.

Estos textos folclóricos se caracterizan por:
- Son textos orales que iban de boca en boca. 
- No hay una versión original, existen tantas versiones como tantas personas las cuenten. Cada persona lo adapta a su manera. 
- Pasaban de generación en generación.
- No tienen autor. 
- El objetivo era solamente entretener y no sacar ninguna moraleja. 
- No eran historias cotidianas. Con los textos folclóricos querían expresar sus sueños. 
- No hay identificación, solo idealización. 
- Son historias sencillas con una sola acción. 
- Sus protagonistas son personajes planos. 


Los textos folclóricos se clasifican en: teatro, poesía y prosa:
A.  Teatro Folclórico: era de carácter religioso o histórico. Hay muy pocas representaciones para los niños aunque la más conocida es “títeres de cachiporra”

B.   Poesía: hay mucha poesía folclórica de varios tipos pero no se ha conservado tanto como la prosa. Normalmente, la poesía folclórica iba acompañada de música, aunque la música se fue perdiendo con el tiempo y solo se conserva la letra.  

C.  Prosa o Narrativa: en general estos cuentos no son infantiles e iban más dedicados a los/as adolescentes. Hay muchas clasificaciones de los cuentos folclóricos:

Una de las clasificaciones era la de Rodari, su trabajo consistía en técnicas de la imaginación.
Otra clasificación es la de Sara Brayant, que se dedicaba a los cuenta cuentos y enseñaba como debían contarse dependiendo de la edad del niño.

Otra clasificación muy importante era la de Vladimir Propp. Propp era un ruso que centró sus investigaciones en los cuentos folclóricos rusos. Fue el primer hombre en analizar este tipo de cuentos. Propp recogió infinidad de cuentos por cada pueblo y los clasificó de la siguiente manera:
-    Mitos, introdujo todas aquellas historias que tuviesen un origen religioso, aunque luego esto se perdió y solo se conservó en algunos los personajes mitológicos.

-    Cuentos de fórmula, son aquellas historias que bien son rimadas o bien tienen alguna parte que hay que memorizar porque si no pierde la “gracia”. Estos libres suelen llamarse de nudo o de núcleo acumulativo. Un ejemplo de estos libros es el de “La ratita presumida”, que siempre es el mismo diálogo pero se van acumulando personajes.

-    Cuentos de animales, Propp incluyó las fábulas en esta categoría. Aunque la diferencia entre estos cuentos y las fábulas es que estas últimas siempre llevan moraleja y los cuentos de animales no, y que en las fábulas los animales expresan los vicios y virtudes de los humanos y en cambio, en los cuentos los animales solo expresan roles humanos (por ejemplo, “Los 7 cabritillos” donde el lobo expresa la pederastia.) Los cuentos de animales se consideraban en su mayoría infantiles.

-    Cuentos de hadas o maravillosos, Propp  metió en esta categoría cualquier historia que tuviese cualquier personaje de fantasía, incluyendo animales que hablan con humanos, como en caperucita roja.


Recopiladores  y Adaptadores:
Gracias a ellos conservamos hoy en día las historias de los cuentos folclóricos. Los recopiladores, se limitaban solamente a escribir la historia tal y como se la habían contado; en cambio, los adaptadores, modificaban la historia con distintos objetivos, que podía ser para adaptarlo a una época, a una situación, etc. La mayoría de los adaptadores modificaron estos cuentos para añadirle una moraleja.

Uno de los adaptadores más significativos es Charles Perrault. C. Perrault vivió a finales del s. XVII y principios del s. XVIII. Adaptó una serie de cuentos para contarlo en la Corte y poder publicarlos posteriormente. Su intención era moralizar a la Corte de Luis XIV. Sus libros estaban dedicados principalmente a los/as adolescentes de la época.

El romanticismo tenía un afán de defender lo propio. Se comienza a tener cierto interés por que no desaparezcan las tradiciones culturales.  Alemania fue la cuna del romanticismo en la primera mitad del s. XIX.  Los alemanes renovaron su propio diccionario para mejorar su propia lengua, en este trabajó participaron los hermanos Grimm.

Posteriormente, un editor les propuso recoger cuentos folclóricos alemanes con el objetivo de que no se perdieran las tradiciones culturales. En un principio, los hermanos Grimm no tenían ninguna intención de adaptar los cuentos si no simplemente recopilarlos, pero al recibir numerosas quejas por los contenidos inapropiados para los niños, a estos no les quedó otra que adaptarlos. Finalmente, los hermanos Grimm adaptaron los cuentos en la 3º Edición de su primer libro. Los cuentos que se conocen en la actualidad proceden de esta 3º edición, apenas se conocen lo de las anteriores. Los cuentos de los hermanos Grimm son los más  conocidos para leer a los niños.

Hans Christian Andersen era un escritor de teatro y de ópera danés, pero vivió toda su vida dedicado a escribir cuentos para niños. Andersen tiene dos vertientes: una que estaba dedicada a la literatura infantil y otra que estaba inspirada en los cuentos folclóricos del norte, como “la reina de las nieves”.  Andersen siempre reflejaba sus problemas y sentimientos en sus personajes.


Simbología del cuento folclórico: Está creada por un grupo mayoritario de personas que han ido contando la historia. La mayoría de los cuentos folclóricos representan el paso de la infancia a la edad adulta de la siguiente manera: La presentación de la historia suele ser la infancia, el núcleo la adolescencia y el final cuando ya eres adulto y formas una familia. 


Nunca antes me habían hablado del origen de los cuentos folclóricos. En el colegio no te lo enseñan, simplemente se limitan a leerte los cuentos en E. Infantil, y una vez que pasas a Primaria se olvidan. Creo que es por eso por lo que estamos tan equivocados sobre el pensamiento que tenemos sobre estos cuentos, considerándolos infantiles cuando no lo son. 
Cuando dimos este bloque en clase me pareció interesante el origen que tienen los cuentos: como se crearon, con qué intención o la historia que han recorrido los cuentos de hoy en día. Es una gran historia dentro numerosos cuentos. 


Creo que los cuentos folclóricos son un buen tema para trabajar durante la etapa de primaria, y también para ser trabajados en el ámbito de la docencia y no solo en casa. Estos textos nos aportan muchas cosas aparte de entretenimiento. Nos aportan conocimientos, experiencias, moralejas y un sin fin de ventajas. 
Los textos folclóricos se pueden trabajar de muchas maneras, una de ellas es como aparece en la actividad del bloque II. A través de la adaptación de un cuento, imaginándonos que somos los hermanos Grimm, se puede trabajar los objetivos que aparecen en el curriculum, objetivos como el de saber redactar de forma coherente.  También se desarrolla la imaginación del niño y la creatividad. Esto, la imaginación y la creatividad, creo que es algo muy importante y una virtud que tienen los niños y que debemos desarrollar.  
Como hemos dicho anteriormente, hay un sin fin de actividades para trabajar los textos folclóricos, se pueden hacer multitud de juegos con las estrategias de Rodari (cambiar el final de una historia, ensalada de cuentos, cambiar la ambientación...). Una cosa muy importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de utilizar estas estrategias o a la hora de adaptar un cuento es saber elegir bien que cuento van adaptar nuestros alumnos y por último, siempre se debe mantener la línea argumentativa. 

Finalmente, creo que como futuros maestros deberíamos empezar a darle un poco más de importancia a estos cuentos folclóricos y no solo a la prosa, si no también a la poesía y al teatro folclórico. 


Páginas de interés*:
- Gianni Rodari, el mago de los cuentos folclóricos.
- Los hermanos Grimm
- El decálogo del cuentacuentos
- Cuentacuentos 
- Cuentos de adaptación
- Cómo adaptar un cuento


(* pincha para ver el enlace)

miércoles, 25 de junio de 2014

Borrador Bloque IV

En el Bloque IV trataremos el tema de la lectura literaria y la animación a la lectura.

Deberíamos preguntarnos si a los niños de hoy en día les gusta leer. La mayoría te responderá que no, ¿y por qué sucede esto? ¿Será porque les hemos obligado a leer lo que nosotros hemos querido y no lo que ellos han querido? Puede que sí.

Voy hablar desde mi punto de vista, y después de preguntar y hablar con algunas personas, es el punto de vista de más de uno. Desde pequeños nos han obligado a leer, y no digo que esté mal, pero la metodología que utilizaban no era la adecuada. Nos han obligado a leer libros que el profesor decía, e incluso me atrevería a decir que ni siquiera él se los leyó.

A parte de hacernos leer libros que nosotros no podíamos elegir, nos hacían hacer un resumen del mismo y una opinión.  Esto sin duda fue lo que incitó a muchos niños a “odiar” la lectura.  Y no les quito la razón. No eran actividades divertidas ni que motivaran al alumno. Mi clase de animación a la lectura consistía en: Leer un libro durante… ¿tres semanas? Y una vez terminado el plazo hacer un resumen. No os voy a engañar, al final la mayoría no nos acabábamos el libro y terminábamos echando mano de internet.

Por lo tanto, el objetivo que debía tener el  profesor: que el niño comprendiese la lectura e incitarle a leer, no lo conseguía, por lo menos en mi caso.

¿Qué podemos hacer?

Después de dar la asignatura de literatura española, literatura infantil y educación literaria he aprendido lo que hay que hacer y, lo más importante, me ha servido para saber cómo poder dar clase de animación a la lectura en un futuro a mis alumnos.

Es cierto que en muchos centros hay una biblioteca de aula, pero no en todos los colegios. Creo que el maestro y los alumnos deberían elegir, entre todos, los libros que quisiesen que estuvieran en la biblioteca de aula. De esta forma los alumnos tendrían una variedad de libros o cómic donde poder elegir según sus gustos.

Ahora bien, ¿cómo trabajamos con ellos la comprensión lectora sin recurrir a los resúmenes? Pues bien, hay multitud de actividades para antes, durante y después de la lectura, que pueden ser de lo más divertidas y lúdicas para los alumnos. Siempre he creído y lo seguiré diciendo que un niño aprende más cuando se está divirtiendo. Cuando un niño se está divirtiendo no tiene tiempo para distraerse, despistarse o aburrirse porque está centrado 100% en la actividad que está haciendo.

Al final el resultado, y creo que esto es muy importante, será que al niño le guste la lectura y no lo vea como algo malo. Por lo que siguiendo esta metodología el profesor se puede dar por satisfecho, porque habrá conseguido sus objetivos. Y creo que no hay mayor recompensa para un profesor que ver como sus alumnos disfrutan con su asignatura y con el trabajo que hace.

Como hemos dicho anteriormente, sigue habiendo colegios que no disponen de una biblioteca de aula ya sea por los recursos económicos, que no les permite tener una, o por exigencias del jefe de estudios o director, que les ordena que lean  el mismo libro a todos los alumnos.

Si nos sucede esto, tranquilos, no debemos preocuparnos. También podemos hacer que sea divertido. La pregunta es cómo. 

¿Por qué trabajar de forma individual si podemos hacerlo en grupo? Aprovechando que todos tenemos el mismo libro podemos ir leyéndolo todos a la vez, así podemos ir comentándolo, hacer nuestras propias predicciones e interactuar con él. Como hemos dicho antes, hay numerosas actividades que se pueden trabajar antes, durante y después de la lectura con el alumno sin recurrir al típico resumen.

El objetivo que pretendemos conseguir con estas actividades (de antes, durante y después de la lectura) es:

- Antes de la lectura: Conseguir que los alumnos se interesen por el libro, que tengan inquietud. 
- Durante la lectura: que los alumnos disfruten leyendo. Creo que este objetivo es muy importante y que si se consigue, se hará del alumno un buen lector. 
- Después de la lectura: Conseguir que tengan ganas de seguir leyendo, y no encuentren la lectura como algo aburrido y obligatorio, es decir, que no lo vean como algo malo. 

Creo que si en un futuro todos llegásemos hacer esto a los niños les gustaría un poco más la lectura y a lo mejor no tanto la consola, aunque siempre hay excepciones y siempre hay tiempo para todo.




Páginas de interés:

- “Las mejores actividades de animación a la lectura”


- Actividades divididas por ciclos:


- La importancia de leer:


- Por qué leer:


- Diez hechos que los padres deben entender sobre la lectura: